Informe Presidente Instancia Diagonal – Asamblea Anual Ordinaria 22/11/2017 – EOL Sección Córdoba
Hace menos de un año que asumí la presidencia de la I.D. en la Sección Córdoba de la EOL.
Teníamos por delante un anhelo que era el de continuar la tarea abierta en el período anterior, de cuestionar cada vez la posición que como analistas llevamos en el lazo asociativo en la Escuela para la formación del psicoanalista. En el horizonte estaban entonces las conversaciones sobre temas sensibles al tejido local, e importantes para la dialectización con otros, un ejemplo era la autoridad analítica y la formación, que llegamos a interpretar valioso de poner al trabajo en la Sección– aun cuando sabíamos que el Consejo Estatutario había trabajado en la Escuela este asunto el año anterior.
Tuvimos también la ambición de poder distinguir mejor en el trabajo interior de las Instancias de gobierno de la Escuela, aquello que implica la gestión (el Directorio y sus múltiples comisiones), de lo que concierne a una reflexión más política y ética donde la gestión debe apoyarse y sobre todo realizarla a partir de ella. Por lo tanto, leer entre líneas cómo se produce el inter juego entre los tres pilares de la Escuela: admisión, garantía y pase en nuestro tiempo y pensar consecuentemente qué sería hoy la extensión y por dónde pasa su filo, mantenía el espíritu de nuestros intensos debates en la I.D. En este sentido, la transmisión de los debates producidos en el Consejo Estatutario, fueron transmitidos por mí, toda vez que el orden del día en la I.D. lo requería. De esta manera, la política de la Escuela ingresa a las decisiones de la Sección, al mismo tiempo que la conversación local se hacía porosa al efecto nacional.
Al mismo tiempo, la tarea constante de localizar aquello que amenaza la subsistencia del psicoanálisis en el porvenir, era también nuestra brújula, de modo de ajustar los instrumentos que ponemos al servicio de su defensa. Una tarea constante de interpretación del funcionamiento del sujeto-Escuela y cómo cada actividad realizada u oferta hecha por la Escuela a la ciudad se vea tomada en esta orientación, pues se trata siempre- como dice nuestros estatutos- del psicoanalista para la Escuela y no la inversa.
Este principio que parece obvio, no es sin embargo siempre evidente a la hora de la gestión, y velar por aminorar el narcisismo de la pequeña diferencia en pos de asegurar los efectos de Escuela fue una tarea a la que la I.D. se dedicó a cada paso.
Llevábamos adelante esos anhelos cuando a muy pronto de andar, se escribió en la historia de la A.M.P un hecho impar que corta en antes y después nuestra marcha y nuestra posición: nace JAM 2 y con él La movida Zadig. El año cero da comienzo a un nuevo rumbo en la marcha del psicoanálisis de orientación lacaniana. Un nuevo giro que implica nuevas interpretaciones, nuevos desciframientos sobre el lugar de nuestras instituciones en el mundo y la función que el psicoanálisis vendrá a desempeñar: incidir en la política de nuestro tiempo.
Tanto la I.D., como el Directorio de la Sección, pusieron todo cuanto estuviera al alcance del momento político para responder a la altura de lo que el Campo Freudiano y la A.M.P requerían: listas de difusión, la sede, dinero y el operativo mismo de una comisión que se organizó inmediatamente y con muchísimo entusiasmo para recibir la conferencia del 12 de mayo y luego la fundación del movimiento de Zadig en Córdoba. Nuestras muy sinceras felicitaciones al Directorio por la celeridad, disposición e interpretación rápida de lo que se jugaba allí.
Por su parte el CIEC, también se hizo presente aceptando ofrecer sus recursos institucionales para tal fin. La I.D agradece profundamente esta respuesta.
A partir de allí, la tarea se veía siempre atravesada por esta nueva vía que íbamos dándole el lugar que íbamos descifrando.
Creemos que si tenemos que ubicar algún obstáculo en este año, debemos decir que este se situó a partir de los tropiezos en dialectizar mejor con el directorio la transmisión de la política en juego cada vez como cuestión inserta en cada acción de la gestión. Si bien creemos haber dado un paso en ese sentido; falta aún.
Por esa razón la I.D. ha pensado poner a consideración la participación permanente del Director en las reuniones de la I.D., no solo para “informar” sobre las actividades, sino para participar más directamente del debate político de la Escuela y así, llevar al Directorio una palabra que en cierto sentido es ya del Director mismo. El ejemplo del Consejo Estatutario y de otras comisiones de la Escuela donde el Director participa en una función de nexo, han dado cuenta de buenas consecuencias en el sentido del problema ya planteado a nuestra Asamblea desde años anteriores. Estamos advertidos que la hiancia y la tensión necesaria entre la I.D. y el Directorio es una condición para el funcionamiento de cada instancia, del que cada vez se revela un real a tratar, pero pensamos que esta propuesta no borraría esas necesarias diferencias sino que haría más funcional la tarea.
Esta es una propuesta que dejamos para ser tratada, repensada para la próxima I.D. ya que en la Asamblea de Córdoba recientemente realizada no tuvo el consenso de los miembros, con el argumento de mantener esas diferencias de espacios a riesgo de hacer consistir demasiado el Uno y borrar esas diferencias. Tomamos estas contribuciones de los miembros y proponemos que se las siga trabajando con la próxima gestión.
Quiero agradecer el trabajo responsable y cuidadoso, al mismo tiempo que sostenido y apasionado que Roxana Chiatti ha llevado adelante para dirigir nuestra sección. Así mismo a Graciela Martínez y a Liliana Aguilar por su docilidad para hacerse a las contingencias- que fueron muchísimas en este año- por su creatividad, paciencia, sentido del humor, cuidados y gran disposición para entregarse a una tarea que es la de hacer funcionar la Escuela y que no siempre se tiene la medida de la enormidad que eso implica. A las tres y a sus equipos de trabajo, la I.D. les agradece y les reconoce su responsable y gustoso esfuerzo por el psicoanálisis y la escuela.
Finalmente a mis dos compañeros de la I.D. Sería muy largo poderles decir la serie de virtudes, de aciertos, de valores que han dejado ellos en este camino hecho. Muchísimos han sido nuestros intensos encuentros de trabajo y en cada uno: la disposición, la responsabilidad, la alegría, la lucidez, la confianza decidida y lo indeclinable de una presencia, fueron solo algunos de los trazos de los que ellos les dejan a la sección. A cada uno- Jorge Castillo y Adriana Laión – mi más profundo reconocimiento y agradecimiento por lo entregado.