El 29 de octubre se presentó el número 50 “Asociación libre”, de la revista Mediodicho en el Museo Metropolitano de Arte Urbano (M.M.A.U.). Carolina Córdoba, Directora editorial de Mediodicho, coordinó la mesa conformada por Rosa Yurevich, Natalí Ivanier -psicoanalistas- y Candelaria de Olmo, escritora.
El cálido escenario subterráneo de la plaza España alojó el brillo de las diferentes tapas de Mediodicho; 50 gotas suspendidas en el aire dieron cuenta de un amplio trayecto en el que, la dimensión real del tiempo quedó visibilizada, mientras la inconfundible voz de Charly García hacía lo suyo.
Rosa destacó la historia de Mediodicho “un periódico convertido en revista” que supo hacerse un lugar en el Campo Freudiano resistiendo a los diversos avatares que hoy son una leyenda. La acción lacaniana como punto fundacional de la revista, para, entre cosas, contribuir en el esclarecimiento del malestar en la civilización. Mencionó a Mediodicho como esa marca de rasgo unario que Lacan supo introducir con la referencia de “medio pollo-medio sujeto”.
El artista Tizi Escuti deleitó con su rap, dando cuenta a través de su escritura cantada, que no solo se asocia cuando se habla sino también cuando se escribe.
Natalí resaltó el lugar libidinal que ocupa Mediodicho en la comunidad analítica “solo se sabe que viene y queremos que venga, no es destino, es deseo”. Realizó una puntuación de los diferentes artículos de la revista, en el que remarcó las paradojas de la libertad de la regla fundamental “Nada es menos libre que lo que se diga en un diván”. Advirtió que la historia del psicoanálisis se encuentra en el futuro y tentó a los lectores a leer a Freud y a Lacan con tono de rock!
Candelaria mostró su lectura de Mediodicho en modo “atención flotante”. Una catarata de significantes retenidos por su repetición, fueron encadenados a otros significantes de otras obras literarias. Desafiando a la isotopía literaria supo jugar con lalengua, el sentido, y los significantes, haciendo que algunos significantes de la revista hayan resonado como “tocados por una chispa”. Finalmente, el silencio irrumpió como un nuevo eslabón de la cadena.
Por último, Carolina Córdoba alentó al grupo editorial de la revista a continuar con el trabajo del próximo volumen destacando que: “nada sucede dos veces”.
La Mediodicho se escribió, se editó, se publicó, se presentó, se escuchó, y posiblemente se siga leyendo… Como dijo Lacan en el Acta de Fundación “Sin duda, todo girará en torno a los escritos por aparecer”.
Facundo Poleri