Otro sexo surgió como tema de las XXIX Jornadas de la EOL Sección Córdoba, a partir de la lectura de Lacan Quotidien 897, titulado “La opinión lacaniana”, en donde Cristian Alberti retoma el planteo del movimiento feminista en la actualidad, atravesándolo a partir de la enseñanza de Lacan, y de la posterior lectura de J.-A. Miller, para subrayar fuertemente la necesidad de mantener viva la opinión lacaniana entre los otros discursos, hacer que esa opinión se propague.

Esa idea, convocó al Directorio a trabajar enlazando esta precisa orientación de no callarnos, sino saber hablar con el otro, al eje de investigación de la AMP hacia la próxima Gran Conversación de la AMP: “La mujer no existe”.

Así pensamos nuestras Jornadas, a partir de tres ejes funda- mentales que hacen a episteme, clínica y política; atravesados por el trabajo de Escuela, por los recorridos en las investigaciones de los colegas que hicieron llegar su propuesta, aportando su letra a este conjunto.

Esta polifonía de voces, resonó fuertemente en el marco de las Jornadas… y prosiguió… Los ecos de un entusiasmo genuino, a partir de un trabajo riguroso, un gusto por el debate, por avanzar preguntándonos, sin dar por sentado ningún sintagma, nos impulsó a proponer esta publicación on-line, que hoy nos alegra presentarles.

En ella encontrarán el riguroso contenido de tres de las mesas plenarias de las Jornadas –ya que los testimonios de Pase, y sus comentarios se encuentran en Mediodicho 47– El impacto lacaniano, Ellas no dicen nada y La opinión lacaniana.

Los invito a adentrarse en estos exquisitos textos de los que sólo menciono algunas perlas:

El impacto de un Lacan que se opone a cualquier todismo, ubicando lo esencial del no- todo y el ser dócil a lo femenino. La clínica que nos enseña sobre la feminidad, lo femenino y la verdadera mujer, sobre el efecto de silencio, el no decir ni “mu” sobre el goce, y la extranjeridad de eso Otro tanto para hombres como para mujeres. Y finalmente, la opinión lacaniana, que implica no sólo emitir nuestra posición, sino alojar al otro y conversar con él, saber de su discurso y dejarse enseñar un poco también. Contando con que tiene que vérselas en este caso con lo femenino como lo más difícil de aceptar. Y finalmente, si un psicoanálisis no-todiza a un parlêtre, saber y contar con que la política del psicoanálisis como política del síntoma, se sostiene en el no-todo.

Pero nuestro festín de lectura va más allá, se entremezcla y es sazonado por el Trabajo de Escuela, expresión viva de la transferencia de trabajo, en el que catorce colegas generosamente aportaron sus recorridos, frutos de investigaciones rigurosas y novedosas, en relación a lo Otro, lo femenino, los debates trans y de género, la formación del analista en el siglo XXI, su posición en la sociedad y en la Escuela.

Los invito entonces a entrar en este territorio todavía desconocido, silencioso, resonante, colorido, enigmático, apasionante, texturado por las plumas de cada uno de sus autores, a quienes agradecemos su invaluable aporte

Eugenia Molina

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