¿Cómo practicamos los psicoanalistas, a estas alturas del Siglo XXI?
¿Cómo hacemos existir el inconsciente?
Freud inició su invento dándole a las histéricas la libertad de palabra y sosteniendo el coraje de alojar lo que allí vio aparecer: algo vicioso para la moral victoriana, apóstata para la religión y contradictorio con los principios elementales de la ciencia, a la que él mismo aspiraba a pertenecer. Su invento –de cuyo cuerpo somos parte– cruzó dos veces de siglo. Tuvo la ayuda de Lacan y hoy la de J-A Miller. Soportó críticas y atentados. Para hacerlo desaparecer, para amordazarlo, para vaciarlo, para diluirlo; no han faltado voluntades, principalmente entre los psicoanalistas.
El inconsciente, después de mil batallas, se enfrenta a la más crucial, que es –como siempre– la de hoy. La que debemos librar sin aspirar al éxito ni resignarnos a deponer nuestras armas.
La vida normal es un sintagma imposible que intenta nombrar un campo. No al modo del concepto, menos al de la definición, aspira más bien al witz. Está tomado de la lengua de la época, donde circula y se multiplica como un slogan que tiene el peso de un imperativo kantiano: todo puede, y por lo tanto debe, ser normal. ¿Cómo hemos llegado a este punto?
En la fase de salida de la era del padre, la palabra tiende a perder su relieve, su volumen, su capacidad de anudar los cuerpos. La metáfora cede ante la metonimia infinita que impone la literalidad. La interpretación se vuelve sospechosa. Los enunciados borran la enunciación y las singularidades desaparecen en el mercado de las identificaciones. Así la vida normal simula el Universo que Einstein soñó: redondo e infinito, siempre en expansión. El correlato de esto es que, cada vez, los sujetos son segregados mientras que los cuerpos, reducidos a su estatuto biológico, erran como fragmentos.
El lector encontrará en este nuevo número de Mediodicho un punto de orientación que atraviesa la serie de reflexiones, de exploraciones, de interrogaciones, que componen el volumen. Esta serie, forma a la vez un conjunto de elementos dispares que son los autores, cada uno con su voz y su luz propia. Están ordenados en una incierta rutina que son las secciones más o menos habituales de nuestra revista.
El lector no encontrará aquí soluciones ni conclusiones terminantes. No hay puntos finales, ni nostalgias, ni pesimismos. En cambio, podrá entrever un optimismo que es de origen ético, aquel que anima la apuesta por el porvenir del psicoanálisis.
El lector será finalmente el juez impiadoso del arduo trabajo colectivo, cuyo fruto tiene entre sus manos.
Jorge Castillo
Índice
Orientación Lacaniana
Fundamentos de la Clínica Lacaniana – Por Jacques-Alain Miller
PASE
Histeria/Sexuación – Por Jorge Assef
EL INCONSCIENTE EN LA VIDA NORMAL
Lo inconsciente sin género y número – Por Jorge Agüero
Las paradojas de la segregación – Por Graciela Brodsky
Derecho a la singularidad – Por Antonia Caparroz
Más allá de los protocolos, el inconsciente – Por Camila González Quiroga
El empuje-a-la mujer: de la estructura a la lógica – Por Dominique Laurent
Crónica del malestar: El deseo del psicoanalista y su relación a la escritura – Por Eric Laurent
El nuevo inconsciente y la psicosis ordinaria – Por Sonia Mankoff
Topología de Un decir – Por María Pía Marchese
La época y las preguntas por lo trans – Por Raquel Narbona
¿Qué inconsciente en la vida normal? – Por Silvia Perassi
Actualidad del incesto – Por Ricardo Seldes
Lo woke – Por Gustavo Zapata
AVANZADA
La apuesta de Lacan – Por Jorge Assef
“Fraternidad discreta”. Un decir en la Escuela – Por Hilda Vittar
Un decir singular… – Por Andrea Zelaya
CARTEL
Trauma, y “trama y urdimbre” – Por Gigliola Foco
Figuras políticas del superyó – Por Pilar Ordóñez
De la marca al anudamiento. Puntuaciones de lectura – Por Belén Prone
Identificaciones e identidad sinthomal – Por Julia Reznichenco
PERSPECTIVAS, IDEAS Y PROBLEMAS
El arte, el cuerpo, la palabra.
Entrevista a Martín Sappia
LECTURAS
Comentario de Notas de niños 5. Diferencia Sexual – Por Lilian Giubetich
Enigmas del cuerpo 11 – Por Ana Laura Piovano
Lacan hispano – Por Dora Saroka
Comentario sobre el libro Como terminan los análisis, de Jacques-Alain Miller – Por Rosa Edith Yurevich