¿Por qué hablar de los afectos una vez más, un tema sobre el que tanto se ha dicho en psicoanálisis? La retórica que engendran los afectos, sus nombres, modalizan los efectos en el ser hablante. Por eso las variaciones que se constatan actualmente en la pregnancia y en los principios organizadores del orden simbólico no resultan indiferentes, menos aún a una práctica que opera con la palabra. Hacia el final de su enseñanza, Jacques Lacan propone retomar el lenguaje clásico de las pasiones, al que suma un aporte inaudito en el tratamiento que de ellas habían hecho la filosofía y la ciencia. En el camino de la verificación, y sólo bajo esa condición, propone entenderlas como una pincelada de real.
La temática que propone este número nos permitió ubicar una tensión que va desde los efectos del VII Congreso de la AMP -Sínthoma y semblante- hasta los movimientos preparatorios del próximo que se celebrará en 2012, bajo el título El orden simbólico en el siglo XXI. No es más lo que era. ¿Qué consecuencias para la cura?
La lectura sobre el entusiasmo inopinado, como aquello que obstaculiza captar el movimiento interpretativo de una orientación, nos indujo al trabajo para despejar qué forma cobra este obstáculo en nuestras publicaciones. Así, la sección dedicada al Pase toma la primera persona del singular a su cargo y recopila los testimonios de los cuatro AE que demostraron -en ocasión de visitar nuestra Sección- la mínima distancia obtenida en el final entre enunciado y enunciación. Claro que el problema de la enunciación es más complejo y si es convocado aquí no es para imponer la ley del corazón, sino para constatar cómo cada practicante articula la episteme y su relación al inconsciente. Por eso los artículos seleccionados traccionan desde la clínica los desarrollos conceptuales. Nos interesó intersectar el tratamiento clásico de la angustia con la perspectiva de época que se infiltra en la urgencia. Esos toques de real, incluidos en un imposible catálogo – las pasiones alegres en el final del análisis, las del ser, las del alma, las que apuntan a la inconsistencia del Otro- remiten a la incidencia del lenguaje sobre un cuerpo.
Las pasiones de la ciudad ingresaron por la vía del acontecimiento político e histórico que hemos dado en llamar Bicentenario, desde allí retomamos unas marcas de escritura. Pero como no es el pasado ni el futuro lo que nos inquieta, sino más bien las huellas que actualizarnos en el decir, incluirnos en la sección “Avanzada” una entrevista que pone en hora nuestras conversaciones sobre la culpa y el superyó.
Este comité entiende que el ejercicio de la escritura es el único medio para llegar a otros y conmoverlos a favor de la causa analítica. Ejercicio que nos permite pasar nuestro saber a aquellos que no comparten la complicidad de la experiencia del análisis. En el trabajo de editorialización de los textos, encontrarnos necesaria la conformación de un comité de traductores, que acompañara nuestra artesanal y polifónica labor con la lengua. Esta estructura del Staff, que incluye asesores, referatos, editores y corresponsales, se propone hacer su aporte para organizar y formalizar una función que J.-A. Miller destaca como propia de la Escuela, la de mentor de escritura.
Pilar Ordóñez