Les presentamos un nuevo número de la Revista de la EOL – Sección Córdoba. Nuestra publicación sostiene un rasgo: tratamos de orientar los trabajos que se publican hacia acontecimientos que transcurren en nuestro mundo psicoanalítico, esta vez hacia el IV Congreso de la AMP.
Hemos recorrido así un largo trayecto en el camino, con una diversidad que da cuenta del espíritu que nos anima.
Esta vez, las palabras de Graciela Brodsky, nuestra Delegada General de la AMP, en la presentación de Papers nos indicaron la vía a seguir. Dice así respondiendo a un “supuesto” interlocutor: “Supongamos que no acepta frases hechas, ni el slogan del “caso por caso” y nos pregunta una vez más en qué se distingue de cualquier otra práctica lacaniana del psicoanálisis. ¿Se trata del estándar, del uso del tiempo, del empleo de la palabra, del manejo de la transferencia, del rechazo de la contratransferencia, del privilegio del síntoma, del cuidado diagnóstico, de la posición del analista? ¿Cuál es el rasgo que hace a una práctica lacaniana, es decir, reglada por los principios que Lacan enunció?”.
En efecto, ¿qué nos dice lacanianos?
Cada autor, se ha dado su modalidad de respuesta, una elección para responder a estos interrogantes, plantear sus puntos de vista, lo que han considerado fundamental, lo que ha podido manifestar en cuanto aporte, lo más propio de cada uno, las precisiones, el detalle, en fin, un granito de arena.
He aquí el producto concluido, puesto a disposición, a ser abierto, a que encontremos entre sus páginas el gusto por la lectura, por el estudio, o como bien lo dice Jacques-Alain Miller en la primera clase de su seminario Un esfuerzo de poesía, a que encontremos entre sus páginas el gusto por “reanimar en el psicoanálisis el fuego de la lengua poética”.
Rosa Yurevich