Mediodicho #14

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1998

Mediodicho llega al final de un ciclo. Han pasado dos años desde su creación y sus páginas han reunido muchas buenas producciones de miembros y adherentes de la EOL y de escritores convocados por Marcelo Casarín en la sección literaria, esta vez, de nuestra colega Susana Romano Sued.

Este número refleja un particular momento de nuestra Escuela. La Escuela Una, significante enigmático que atrae nuestra atención después del encuentro de Barcelona, intenta ser descifrado en varios trabajos que aquí publicamos (Ana Waisman, Gabriela Dargenton, Rosa Yurevich), y que vienen a sumarse a los que hemos leído en La Carta, y en la llamada “Conversación de Córdoba”, para instalar un debate que apunta a la reconquista del Campo Freudiano, es decir, a que la Orientación Lacaniana ocupe los lugares que permitirán al psicoanálisis mantener su vigencia.

En relación con esto, Ana Simonetti nos da los fundamentos de la creación de una nueva institución en nuestro medio, el CIEC, con fuerte acento en la clínica, a modo de interpretación de la evolución que sigue el campo de la salud mental en los tiempos actuales.

De las noches de la escuela recuperamos el trabajo de Eduardo Abello que da cuenta de la calidad de ese espacio de enseñanza.

Y también en la misma dirección traemos a nuestras páginas un debate que ha instalado Jacques-Alain Miller en la ciudad analítica y que tuvo un importante capítulo en Córdoba con la publicación de la presentación de un caso clínico en la sede de la APC. De la presentación de ese libro traemos los trabajos de Diana Paulozky y de Enrique Torres, leídos en esa ocasión. El escrito de Torres quizás merezca un párrafo aparte. En efecto, es un trabajo de agradable estilo, en el que parece percibirse algo así como una autocrítica a la sacralización, al verticalismo y a la rigidización a la que fue sometido el psicoanálisis de la IPA, especialmente en lo que hace a la técnica. Pero luego nos sorprende con una reflexión final en la que parece que habría que alegrarse de ese hecho ya que gracias a él “los que dentro de la IPA nos hemos acercado a Lacan tenemos una posición privilegiada. Es la de haber soportado y sobrevivido muchas resistencias interiores, sin estar expuestos al debate en el campo lacaniano mismo“. Con esto, piensa Torres, se ahorran las divisiones y escisiones permanentes. Se aceptan las diferentes lecturas sin excluir ninguna. Uno podría concluir que, aunque el padre fue muy severo, ahora pueden agradecerle que son una familia unida. El no ve en esto la causa misma de la rigidización que denuncia.

Se aprecia aquí la lógica del padre que se opone a lo que hoy estamos destacando con nuestro debate acera de la Escuela Una, la lógica de la orientación, la del Más-Uno. En esta no caben, sin duda, todas las lecturas, sino solo aquella que sigue la lógica de una enseñanza. Es lo que demostró Lacan con el volver a Freud y que hoy continúa Jacques-Alain Miller, comentando a Lacan.

No vamos a ahorrarnos los debates, al contrario. Y Mediodicho bien puede ser un vehículo para su realización, especialmente en lo que a doctrina se refiere.

La Redacción

José Antonio Vidal
Eduardo Abello
Adriana Laión
Sonia Mankoff
Marcelo Casarín

Índice

  • En busca de la Escuela Una – Por Ana Waisman
  • Centro de Investigación y Estudios Clínicos – Por Ana Simonetti
  • Ruptura de las parejas: penúltima versión – Por Eduardo Abello
  • De un pequeño objeto – Por Diana Paulozky
  • Yo no encuentro, busco – Por Rosa Yurevich
  • Algunas ideas sobre la Escuela Una – Por Gabriela Dargenton
  • Reencuentro – Por Enrique R. Torres
  • Apuntes sobre el cuerpo y la escritura – Por Susana Romano-Sued