17 de Agosto de 2022

 ¿Puede el cartel instalar un aparato que posibilite un decir que funde? En esta noche de Carteles hacia las próximas Jornadas Nacionales, pudimos escuchar, como nos dijo Marlene Valenzuela en su apertura, el efecto de sujeto en la elaboración provocada por el Más Uno de un cartel. Una elaboración siempre singular.

Morena Fernández nos transmitió su investigación en relación a la angustia en distintos momentos de la enseñanza de Lacan. Su primer hallazgo fue que no se trataba de definirla, sino de narrarla. Sus elaboraciones provocaron la apertura de sus preguntas: ¿Sólo la angustia señala lo real? ¿Es la señal más clara de lo real? ¿Es solo señal de lo real, o algo más?

La puntuación de Dora Saroka aportó otras referencias que nos orientaron en la localización de este “concepto mayor”.

Luz Camozzi subrayó un hallazgo de sus lecturas: “una palabra que funda el hecho es un decir”, anundándolo a la práctica analítica y a los discursos de la época, como los igualitarismos proposicionales. En ese sentido, pudimos pensar que en Psicoanálisis se trataría del uso de un decir; para los igualitarismos, de su aplastamiento.

Uno de los interrogantes de Bárbara Navarro nos permitió seguir pensando: ¿de qué manera puede operar el Psicoanálisis con ese aplastamiento del decir y con lo indecible del yo soy?

En cada trabajo pudimos entonces constatar que en un cartel no se trata de taponar con saber, sino de abrir preguntas. Se trata de mantener la posición analizante. Ambas, con cada producto del cartel del que formaron parte, generaron una conversación que dió cuenta de que el cartel se trata verdaderamente de un movimiento de Escuela.

María Paula Guzman