

Marta Goldenberg
Lo vulnerable de cada uno, impulsa a estrategias singulares que escuchamos en la clínica: la imagen como fetiche, la adoración al cuerpo a través de la cultura del “higienismo”.
La cobardía la podemos situar antes de franquear la barrera del horror a la femineidad, tanto para un hombre como para una mujer.
Estos hechos pueden ir metonimizándose en tanto el sujeto en su experiencia no atraviese su propia cobardía y decida en transferencia dejarse orientar por el síntoma, distinto que dejarse guiar por el fantasma, ya que está al servicio de las clasificaciones.
Ahí sí podemos hablar que el parlêtre franquea la barrera del horror a lo que no hay y se dirige con valentía a la vida.
Bibliografía consultada: Lacan, J. Seminario 23; Miller, J. A. “Una conversación sobre el coraje”; Miller J. A. Desarraigados; Brousse, M. H, Virilidades #27. EOL Sección Córdoba.

Roberto Bertholet
La cosmética masculina es un recurso, por la vía del semblante, para suplir aquello que no operó suficientemente en tiempos de construcción de la virilidad. A tal recurso se le puede sumar el uso -también cada vez más frecuente, en particular en los jóvenes- del citrato de sildenafilo (viagra).
Ya sea a través de la cosmética de la imagen o de la incidencia química en lo real del cuerpo, encontramos en el siglo XXI modos de defensa y/o suplencia, que cumplen una función muy distinta según la estructura en juego, neurosis o psicosis.
Ubicadas estas dos dimensiones -defensa/suplencia y neurosis/psicosis- se podrá apreciar, en lo singular del caso por caso, qué consecuencias sobre la virilidad.

Silvia Perassi
Hasta ahora, entiendo que lo viril surge más de lo invisible que de lo visible, del fuera-de-cuerpo, del impulso que da lo fálico. Me cuesta pensar que a esos goces que se producen en la lúnula Imaginario/Real –donde ubico la proliferación de cosméticas y de gadgets– podamos llamarlos viriles; los pienso más bien en relación al ego. Pero… ¡nos encontremos en las Jornadas para conversarlo!

Christian Rios
A mi entender, los cambios que constamos en la virilidad de nuestra época, son correlativos de las mutaciones del Nombre del Padre en lo social. Lacan lo anticipó ─a partir de su análisis del caso Juanito─ al hablar de un tipo de hombres que encuentran determinadas respuestas a la virilidad por vía de la identificación al falo materno. Seguramente las próximas Jornadas de la EOL- Sección Córdoba nos ofrecerán la oportunidad de profundizar este y otros temas entorno a las Virilidades.

Estela Carrera
¿Cuál será el futuro de la sexualidad humana? ¿Cuántos sexos podemos contar en nuestro tiempo?, salta a la vista que más de dos. Lacan dijo, “no sabemos lo que es un hombre ni una mujer”. Se pone en evidencia que en nuestro tiempo que el uso del cuerpo, en términos sexuales, no adhiere a ninguna norma. Diferenciar Géneros, identidades sexuales y sexuación es nuestra apuesta.