«(…) en cuanto a lo viril, un hombre es siempre más o menos su propia metáfora. Incluso es esto lo que proyecta sobre el término de virilidad aquella sombra de ridículo que igualmente se ha de constatar».

Jacques Lacan, El Seminario, Libro 5, Las Formaciones del inconsciente (1957-1958), Bs.As., Paidós, 1999, p. 201.