Del “todo bien” a la poética de un decir
Mariana Gomez
Me dejo tocar por la imagen del afiche de las que hubieran sido nuestras XXIX Jornadas de la Sección “Todo bien! Las paradojas del Bien y lo inconsciente.” El Coloquio que vendrá toma el relevo del kairós de ese tema.
Veo primero el espectacular hongo nuclear formado por la bomba atómica lanzada sobre Nagasaki en 1945 y el fin de la II Guerra Mundial, el conflicto bélico más destructivo y mortífero del siglo XX.
Y PUM! El impacto de la otra imagen. El humo de la bomba es de pronto la cara de un payaso a pura risa. Un juego de figura y fondo que va del horror y la pérdida, a la risotada siniestra.
Una certera forma de interpretar que si el trauma de la guerra y la marca de Auschwitz, perforando la mirada atónita del mundo, nos decía que semejante atrocidad había sido posible, a partir de ahora, todo podría ocurrir.
Incluso una pandemia. Como así lo demuestra la industria del cine que venía fantaseando con este tipo de catástrofes. Y que finalmente obtuvo lo que quería, terminó actuando su fantasía. De la fantasía hollywoodense a este nuevo acto de la humanidad.
Esta pandemia, a diferencia de otras que han ocurrido con anterioridad, se da en la era de los sujetos individualistas y consumistas. El “todo bien” del consumo y la cara de felicidad que desdibuja el síntoma y esconde el agujero traumático del dolor.
El psicoanálisis opera produciendo un impacto en la sesión analítica, algo dicho cobra relieve en su equivocidad, en su figura y fondo, y el analista Pum! [2] La interpretación llega como un golpe, y devela la paradoja que encubre el “todo bien”.
Como lo señala el Argumento que se elaboró para las Jornadas y que el Coloquio por venir recupera, “en un psicoanálisis, el discurso analítico hace de marco para que se revele la posición de decir de cada quien, más allá de sus dichos”.
Pero, el psicoanalista no puede dar en el blanco sino estando a la altura de la interpretación que opera el inconsciente. Es preciso no reducir ese lenguaje a la concepción mecánica que puede tener la lingüística. Hay que añadirle la topología de la poética, y esta revela que se trata de resonancia. [2]
La imagen del afiche, nos muestra mucho de esto.
Notas
[1] Miller,J.-A., El partenaire-síntoma. Paidos. Bs. As. 2008. p. 44
[2] Laurent É. “La interpretación: de la verdad al acontecimiento” NLS: Tel-Aviv, 2 de junio del 2019