Miller, J.-A. (1982-83) Del síntoma al fantasma y retorno, Buenos Aires, Paidós, 2018.
“A partir del momento en que hacíamos la Sección clínica, me pareció indispensable tener una referencia y entonces fui a pedirle una sobre la clínica para proponérsela a los estudiantes y a los docentes de la Sección. Cuando se lo pedí, me dijo: “¡Vuelva en una hora!”. Y efectivamente una hora después me dio un papel en el que estaba escrito: “La clínica es lo real como imposible de soportar”. Esto me trae la nostalgia del tiempo en que estaba a mi alcance pedir y ser satisfecho. Este real como imposible de soportar, este real clínico, es lo que se supone que se resuelve con el pase. Podría intentar esta definición del pase: una solución de lo real como imposible de soportar. Si es eso, imaginamos porqué es equivalente a la posición analítica, porque consiste para el sujeto que se analiza en soportar lo real. Dicho de otro modo, el pase sería soportar lo imposible.” p. 224
Miller J.-A., “Lacan Clínico”, Matemas II, Buenos Aires, Manantial, 1986.
“Pero evidentemente hay artificios que permiten soportar esa condición, hay cierto número de cataplasmas, de taponamientos: la cultura, por ejemplo. En su definición más general, la cultura es lo que acondiciona, lo que domestica, lo que atempera lo imposible de soportar, es el conjunto de los artificios aptos para hacer soportar lo real, para hacer que se lo tome con paciencia. Y diré inclusive que los estilos y las modas responden incesantemente a lo que en cada momento resulta ser insoportable para los contemporáneos. O sea que diciendo “eso es la clínica”, no tenemos que pensar que encerramos aparte, en el consultorio del analista, aquello de que se trata en psicoanálisis.”
“En la experiencia clínica -hay que decirlo así- el sujeto es su propio clínico: hay síntoma en el sentido analítico cuando el sujeto se experimenta como desbordado por lo que le sucede en su propio pensamiento, desbordado en la esfera de lo que piensa que es su ser. Agreguemos que su pensamiento también puede bajar a su cuerpo. El síntoma toma la forma clínica cuando resulta imposible de soportar; y si esto no sucede uno se las arregla, lo que no significa que uno no tenga esos síntomas. Es así como Lacan definía la clínica: lo real como lo imposible de soportar.” p. 127
Miller, J.-A., “Teoría de lalengua”, Matemas I, Buenos Aires, Manantial, 1986.
(También en “Teoría de lalengua”, En los confines del Seminario, Buenos Aires, Paidós, 2023).
«El inconsciente está hecho de lalengua, cuyos efectos van más allá de comunicar, ya que llegan a perturbar el cuerpo y su alma, como en el pensamiento. Son éstos más o menos los términos de Lacan en Televisión, el año pasado». p. 75
“El síntoma es goce, pero también, Lacan lo ha demostrado ampliamente, el síntoma es nudo de significantes. Estas dos proposiciones puestas juntas indican por lo menos una dirección a seguir. Lalengua sin duda no anida en el lugar del Otro del lenguaje. El Otro del lenguaje cabalga también tras lalengua, queda sin aliento tratando de atraparla, y el juego de palabras le ‘gana de mano’.” p. 76
Miller, J.-A., “Acción de la estructura”, Matemas I, Buenos Aires, Manantial, 1986.
“El psicoanálisis, así como el marxismo, proporciona el principio de una nueva organización del campo conceptual. Por eso es que todavía no se los sabe escuchar y se lo hace callar o, por una represión interior, se lo acoge pero se lo conjura; se lo recita en lenguajes que le son anteriores, algunos incluso contra los cuáles se elevó –la psicología, la biología, la filosofía del espíritu-, se usurpa su nombre, y se destierra su verdad.
Recordarlo hoy es una demanda siempre intempestiva.” p. 7
Miller, J.-A., “Enseñanzas de la Presentación de enfermos”, Matemas I, Buenos Aires, Manantial, 1986.
(También en: Miller J.-A. y otros, Los inclasificables de la clínica psicoanalítica, Buenos Aires, Paidós, 1999. p. 420).
“aquí, en la presentación de enfermos, ¿quién no se convence de la verdad de ese dicho de Lacan, de que no cabe esperanza? “La clínica, dice, es lo real como imposible de soportar” Es eso, la dimensión clínica es trágica. Lo es para el paciente, lo es también para el terapeuta. ¿No es eso lo que se verifica todos los días; que ese real es insoportable para los terapeutas, y mucho más cuando más se consagran? “Busquen el desenlace”… El desenlace, nosotros somos quiénes lo llamamos así; el desenlace, el suyo, el llamado enfermo mental ya lo encontró, es su enfermedad. Y si nosotros buscamos la solución por él, en su lugar, y bien, quizás sea nuestra propia forma de andar mal.” p. 157-158
Miller, J.-A., (1988) “Ironía”. Uno por uno 34. Revista Mundial de Psicoanálisis. Eolia-Paidós, 1993.
(También en Consecuencias. Revista digital de psicoanálisis, arte y pensamiento. Edición N°7, noviembre del 2011).
“Lacan proponía, como definición de la clínica psicoanalítica, «lo real como lo imposible de soportar». Eso muestra muy bien que las formas clínicas sólo eran para él modos de defensa contra lo real, hasta el caso límite llamado esquizofrénico, en el que el sujeto aparecía sin defensa ante lo imposible de soportar.” p. 10
Miller, J-.A., (1988) “La matriz del tratamiento del niño del Lobo”. Estudios sobre el autismo. Buenos Aires, Grama, 2014.
“Para mí, es la matriz del tratamiento del caso Robert, a saber, que vemos al sujeto, a partir de este esfuerzo de castración real, intentar encarnar, en lo real, este menos que parece obedecer en él a una necesidad absolutamente infalible.” p. 23
Miller, J.-A., (1996) “Un real para el psicoanálisis”. Como terminan los análisis. Paradojas del pase. Buenos Aires, Grama, 2022.
“Lo imposible demostrado por la contingencia es lo imposible de la relación sexual que se demuestra por la contingencia ineluctable de las relaciones sexuales, de los encuentros siempre inoportunos, los traumatismos que nunca faltan, etc. Ese es el real que se transmite por la fuga del discurso.” p. 289
Miller, J.-A., (1998) La experiencia de lo real en la cura psicoanalítica. Buenos Aires, Paidós, 2004.
“Situar el inconsciente respecto de lo real es completamente distinto que situarlo respecto del Otro. Situarlo respecto a lo real es indicar que el inconsciente es sobre todo un soliloquio, un hablar solo en el semblante para protegerse de lo real, es volver el psicoanálisis imposible o hacer de este una excepción, que es en donde se ubica la última enseñanza de Lacan. O bien el psicoanálisis es imposible, es decir que solo explota las relaciones del significante y del significado que no valen más que como semblante respecto a lo real, o bien el psicoanálisis es una excepción capaz de perturbar en un sujeto la defensa contra lo real. De hecho, ser analizante es aceptar recibir de un psicoanalista lo que perturba su defensa.” p. 34
Miller J.-A. (2002) “Reflexiones sobre el momento actual”, Mediodicho 47 Cada uno solo, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2021.
“Lo imposible da lugar al anything goes (algo se mueve). Todo da esa impresión. Lacan mismo, en la última parte de su enseñanza, procedió a una cierta deslogificación. Es por eso por lo que esta última enseñanza de Lacan es explotada de cualquier forma, pus se halla animada por una cierta permisividad ante el ensayo y por un cierto pragmatismo.
La diferencia más notable hay que buscarla quizás en la posición del analista” p. 34.
Miller, J.-A. (2002) “Intuiciones Milanesas I”, Mediodicho N° 44 Eufóricos y abatidos, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2018.
“Esta concierne a lo que esta época supone de degradación del psicoanálisis. Hay que decirlo, de todas formas. Los operadores también la experimentan, su acto se encuentra bajo la amenaza de la degradación, asediado como está el psicoanálisis por la psicoterapia. ¿Cómo va a quedar clasificado? Si uno se remite a un economista americano especialmente astuto, los psicoanalistas serán incluidos en la clase de los attention givers, los que dan atención, en la que se encuentra a los psicoterapeutas, pero también a los baby sitters, los mayordomos, los profesores de gimnasia privados, etc. No hay duda de que es una clase en expansión, pero este crecimiento se acompaña de una descalificación. Esto lleva a cabo cierta degradación de la posición del analista.” p. 22.
Miller, J.-A., (2006-2007) El ultimísimo Lacan, Buenos Aires, Paidós, 2013.
“Lacan dice, segunda frase del segundo párrafo: ‘No hay allí amistad que a ese inconsciente lo soporte’. Dicho de otra forma: no hay amistad que sea el soporte del inconsciente.” p. 16
Miller, J.-A., (2007) Todo el mundo es loco, Buenos Aires, Paidós, 2015.
“¿Dónde está la sintaxis, el algoritmo, cuando se trata de los dichos de un analizante? Nadie cuenta con este algoritmo, por lo que la pregunta con la que se tropieza Lacan y que inicia su última enseñanza es la siguiente: ¿Cómo se puede demostrar en psicoanálisis el imposible a partir de los dichos del paciente? Y responde: la contingencia puede demostrar la imposibilidad.” p. 202
Miller, J.-A. (2007) “Instrumentos para la lectura de la ultimísima enseñanza de Lacan”, Mediodicho 39, Eso traumático, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2021.
“La tentativa es imaginar lo real. Precisamente porque lo simbólico no es adecuado a lo real, porque lo simbólico no está asociado a lo real sino por el fantasma, en tanto que sugestión de lo imaginario, entonces tratamos de asociar lo real y lo imaginario, tratamos de imaginar lo real.
Esto me parece la clave de todas estas manipulaciones de Lacan en su ultimísima enseñanza. Imaginar lo real pasa por esta extraña materialización que constituyen estas figuras, que son figuras de objetos. Esta materialización, es una materialización -dice Lacan- en un momento, del hilo del pensamiento.
Dice esto y lo pongo en relación con lo que dice en otra parte: “El análisis es un hecho social que se funda en el pensamiento.” p. 23.
Miller, J.-A., (2008) Sutilezas analíticas, Buenos Aires, Paidós, 2011.
“La repetición confluye en el estancamiento. Por supuesto que un análisis que dura pide atravesar el estancamiento, soportarlo, es decir, explorar los límites: la jaula del sinthome; es, si se quiere, lo que llamaba hace tiempo la experiencia de lo real según la modalidad de la inercia. Y esperamos que ceda.” p. 114-115.
“Luchar con el análisis en la medida que dura es otra cosa. Me decía en mis reflexiones: Yo aguanto, pero la cosa es saber cómo. Reflexiono, pues, sobre el tema, y tengo a Lacan como compañero, a quien interrogo (…) es esa mano la que encuentro para orientarme en esta selva oscura que es el análisis que dura.” p. 115
Miller, J.-A. (2010) “¿Cómo rebelarse?”, Bitácora Lacaniana N°8, Revista de Psicoanálisis de la NEL- Buenos Aires, Grama, 2019.
El encuentro de un imposible de soportar
“Si busco el resorte de la rebelión, lo que me viene, lo que creo percibir, es que se trata de un encuentro, inesperado, azaroso, que sorprende al sujeto: el encuentro de un imposible de soportar. Este término que introduzco aquí puede ser lo que haya inspirado a C. Clément a proponer este tema de la rebeldía a alguien que trabaja como psicoanalista. De hecho, ¿quiénes recurren a un psicoanalista? sino aquellos que se enfrentan con un imposible bastante intenso y virulento de soportar. Eso es lo que se necesita para romper con la inercia de toda paciencia – ya que la paciencia, quiere decir: es lo que se soporta. Luego, en un momento dado, encontramos lo imposible de soportar que se vuelve de una incandescencia tal que los empuja a dirigirse, como se dice, a pedir un analista.” p. 13
“Cuando el hombre rebelde llega a percibir la verdadera naturaleza de su imposible de soportar, descubre, asustado, de que tiene su propio rostro”. p. 17
“Determinar cómo rebelarse de la buena manera, es lo que uno podría esperar de un psicoanalista, al menos de un psicoanalista como debería ser, es decir, habiendo aislado su imposible de soportar como sujeto y habiendo tomado alguna distancia con eso intolerable. (…) Conviene además estar advertido de la relatividad de lo imposible de soportar: es el de cada uno, y cada persona con el suyo, no pudiendo así coincidir con el propio más que por encontrarse. Conviene estar igualmente lo suficientemente advertido del efecto de sobrecogimiento en que puede poneros el espectáculo de lo insoportable, suficientemente advertido para no dejarse engullir y poder marcar el paso. Si el espectáculo de lo imposible de soportar anima la rebelión, es que coincide con el teatro más íntimo – aquel que Freud llamó el fantasma – y que un goce es allí encontrado.” p. 18
Miller J.-A., (2011) “¿Qué es lo real? Mediodicho N° 45, La pesadilla, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2019.
“Mi idea, cuando traté las respuesta de lo real, era precisamente cuando se obtiene esta respuesta, en el momento en que el sujeto es esa respuesta, entonces es cuando, en nuestros días, recurre a la experiencia analítica.” p. 21
“Pero si, hablando propiamente, este goce no es decible, si solo se puede designar diciendo que las palabras faltan, eso no es accidental, no es por impotencia, sino porque se trata, si puedo decirlo así, de un imposible de estructura.” p. 23
Miller J.-A. y otros, (2011) Cuando el otro es malo, Colección del Instituto clínico de Buenos Aires, Paidós, 2011.
“-Ganar tiempo. El “retardador”, como dice C. Schmitt. Hay que retardar porque no hay medicamento milagroso.” p. 163
Miller, J.-A., (2012) “Un real para el siglo XXI”, Presentación del tema del IX congreso de la AMP, Scilicet, Un real para el siglo XXI, Buenos Aires, Grama, 2014.
“De tal manera que para entrar en el Siglo XXI nuestra clínica deberá centrarse sobre el desmontaje de la defensa, desordenar la defensa contra lo real.”
“Hay siempre un resto con los síntomas. Por eso no hay un final absoluto para un análisis, que dura tanto como lo insoluble siga siendo insoportable. Se acaba cuando el hombre encuentra ahí una satisfacción sin más.” p. 27
Miller, J.-A., “No-para leer”, Otros escritos, Paidós, 2012.
“Lacan resumía en una frase la lección de los Escritos: “el inconsciente es de la incumbencia de la lógica pura, dicho de otro modo del significante (…) el goce (…) también es de la incumbencia del significante, pero en su unión con el viviente, que aquel se produce a partir de “manipulaciones” no genéticas sino lenguajeras que afectan al viviente que habla, el mismo al que la lengua traumatiza. Resulta de ello: que el goce, cínico como tal, solo condesciende al deseo por la vía del amor; que constituye- un obstáculo a cualquier programación de la relación sexual; que, en tanto femenino, repugna lo universal y concuerda con el infinito; que, en tanto fálico es “fuera-cuerpo”…
No hallaremos el garante de todo ello en el genoma, cuyo desciframiento sin embargo promete las bodas del significante con el viviente. Presentimos el acontecimiento del self-made-man. Nosotros lo llamaremos: LOM del siglo XXI. (…) Al descifrarlo, nos arreglaremos mejor con los síntomas desconocidos de mañana.” Contratapa
Miller, J.-A., “El inconsciente y el cuerpo hablante”, Presentación del tema del X Congreso de la AMP en Río de Janeiro, 2016, Revista Lacaniana de psicoanálisis N° 17, Grama, 2014.
“Amuro significa sobre todo que es preciso atravesar cada vez el muro del lenguaje para tratar de ceñirnos más – no digamos a lo real – a lo que hacemos en nuestra práctica analítica.” p. 22
“Lo real del vínculo social es la inexistencia de la relación sexual. Lo real del inconsciente es el cuerpo hablante. Cuando el orden simbólico era concebido como un saber que regula lo real y le impone su ley, la clínica estaba dominada por la oposición entre neurosis y psicosis. Ahora el orden simbólico es reconocido como un sistema de semblantes que no manda sobre lo real sino que le está subordinado. Un sistema que responde a lo real de la relación sexual que no hay.” p. 31
Miller, J.-A., “La crisis financiera vista por Jacques-Alain Miller”. Freudiana. Revista de psicoanálisis de la ELP-Catalunya. N°74, Barcelona, 2015.
“El psicoanalista es amigo de la crisis. Entrar en análisis constituye siempre para el sujeto un momento crítico, que responde a una crisis, o revela una. Sólo que una vez comenzado el análisis es un trabajo: ¡Basta de crisis! ¿Las crisis de lágrimas? Esperamos que pasen. ¿Las crisis de angustia, incluso de pánico? Se las desactiva. ¿Las crisis de locura? Evitamos desencadenarlas… En otro sentido, cada sesión es como una pequeña crisis, que conoce paroxismo y resolución. En breve, hay crisis, en el sentido psicoanalítico cuando el discurso, las palabras, las cifras, los ritos, la rutina, todo el aparato simbólico, se demuestra súbitamente impotente para temperar un real que hace a su antojo. Una crisis, es lo real desencadenado, imposible de dominar. El equivalente, en la civilización de esos huracanes por medio de los cuales, periódicamente la naturaleza viene a recordarle a la especie humana su precariedad, su profunda debilidad.”
Miller, J-A., “Prólogo”. El inconsciente del niño-Del síntoma al deseo de saber. Hélène Bonnaud. España, Gredos, 2018.
“Es el inconsciente real, el inconsciente como imposible de soportar. Están las formaciones del inconsciente, que se descifran, que producen sentido. Pero está también lo que produce agujero, lo que está demás, lo que hace tropmatisme o troumatisme.” p. 13
Miller, J.-A., “Todo el mundo es loco” AMP 2024, Presentación del tema del XII Congreso de la AMP, Revista Lacaniana de psicoanálisis N° 32, Grama, 2022.
“La fórmula Todo el mundo es loco, se completa en el texto de Lacan con un es decir delirante, lo que no deja de hacer resonar una suerte de chirrido. En efecto, la imputación de locura y de delirio depende aún de la clínica. Parece que valida el fin de la clínica, pero en términos que pertenecen a la clínica.” p. 17