Laurent, E. «Los nuevos síntomas y los otros», Revista El Caldero de la Escuela N°57, nov. /dic. 1997.
“El resultado al que debe llegar un psicoanálisis no es el de adaptarse al mundo, sino saber que cuando algo es insoportable, hay que poder verdaderamente decir no. Más allá del conformismo, más allá de las identificaciones, es más allá de toda la significación que tuvo para cada uno el padre, siempre en falta.» p. 56
Laurent, E. «Psicoanálisis y felicidad: síntoma, efectos terapéuticos y algo más», Revista El Caldero de la Escuela N°10, 2010.
“La relación del sujeto con su inconsciente puede adquirir toda una gama de formas, y sabremos que el sujeto ha alcanzado un punto de atravesamiento cuando los afectos de los que él testimonia no estén más ligados a su satisfacción, no estén más ligados al padre, cuando pueda dar una idea de los afectos ligados al saber inconsciente. ¿Cuál es el modo de relación afectiva que mantiene con su inconsciente, cómo lo soporta? Es necesario que él pueda testimoniar del punto de atravesamiento de la culpabilidad de su relación con su goce inconsciente.” p. 18
Laurent, E. “Crónica del malestar”, Mediodicho N° 48, El inconsciente en la vida normal, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2022.
“La paradoja del deseo del analista y de su deseo de saber reside en que debe afrontar “la causa de su horror, del propio, el suyo, separado del de todos, horror de saber” (“Nota italiana”, p. 329). En nuestra próxima crónica, veremos cómo opera este horror propio en su relación con la letra.” p. 93.
Laurent, E., “La imposible nominación, sus semblantes, su sínthoma” Mediodicho N° 37, Lo que hablar quiere decir, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2011.
“El neurótico no solo está recargado por el Nombre del Padre, sino también por su Edipo, por lo que acarrea su relación al Nombre-del-Padre. Eso le pone trabas para hacerse un nombre en relación con el Nombre-del-Padre. Así el neurótico se desplaza con un inconveniente especial, él se crea su lengua particular que se encuentra recargada, pero también eventualmente garantizada, estabilizada, en su equívoco general, por el Nombre-del-Padre.” p. 59
“En lo que respecta a Joyce, él se encuentra en una posición de extrañeza fundamental en relación con su padre y se hace el mismo un nombre a partir de sus obras (…) Con un desmenuzamiento extraordinario, logra decir palabras que ya no se forman a partir de la lengua engendrada por el Nombre-del-Padre.” p. 60
Brousse, M.-E., “Lo ordinario, nuevo universal o el universal inexistente”, Mediodicho N° 44, Eufóricos y abatidos, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2018.
“Si la norma nombre desaparece, el juicio de existencia también desaparece. Queda el juicio universal que entonces juega solo su partida, bajo la forma de un sentido común que se pretende sentido universal. En algunos casos sucede que el sujeto, cuando no dispone del juicio “todos los…” en el cual regulaba su posición en el mundo, se siente impulsado a encarnar el mismo la excepción, para lo peor.” p. 33-34.
Agüero, J., “Una erotomanía como límite”, Mediodicho N° 36, Afectos: un toque de real, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2010.
“El dispositivo del tratamiento analítico se ofrece como la posibilidad de desarrollar esa erotomanía en su vertiente amorosa, aun tomando como presente la relación imaginaria con su madre, lo que servirá a modo de regulación de un goce que excede, por definición, ante la falta de una existencia que se funde en el universal de la función fálica, proponiéndole a la sujeto que encarne ella misma esa posición de excepción, a partir de los efectos de feminización de su posición, y ante la deficiencia de la posición paterna.” p. 113
Assef, J., “La apuesta de Lacan”, Mediodicho N° 48, El inconsciente en la vida normal, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2022.
“Efectivamente, el horror de saber es propio de la neurosis, una experiencia analítica llevada hasta el final sería la que logra ir más allá de ese horror. Es por esta razón que el AE estaría en condiciones para encarnar la función que le permite analizar la Escuela, porque es un analizante que consiguió aislar algo de su propio horror de saber y, advertido de ello, podría evitar ponerlo en juego en el momento de escuchar a otros y, por lo tanto, también cuando es convocado a interpretar la Escuela. Aquí hay que prestar atención, porque si el AE cree que tiene todas las respuestas, si piensa que su nominación lo transforma en infalible, si se identifica a la función como si fuese un nombre propio, tenemos un problema serio, ya que la infatuación es también un modo en el que se presenta el horror de saber.” p. 141
Bassols, M., “Tu bien puede ser tu mal”, Mediodicho Nª 46, Es por tu bien, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2020.
“No esperemos a curarnos del síntoma, hagamos de lo incurable del síntoma el principio de una invención. Es lo que aprendemos de la experiencia del psicoanálisis, que no promete sino que compromete al sujeto con las claves de su inconsciente, con aquello que no sabe del saber que lo habita y que puede servirle para tratar su propio malestar.” p. 149.
Briole, G., “Clínica continuista, bajo transferencia”. Texto de orientación hacia del Congreso de la AMP, Las psicosis ordinarias y las otras, bajo transferencia. https://congresoamp2018.com/textos/clinica-continuistatransferencia.
“Le corresponde al analista sostener, con lo que puede animarse en la transferencia, el interés por la parte, digamos, palpitante, animada. (…) Esta clínica de la enfermedad, bajo tratamiento o no, pero muy empobrecida, nos importa, porque es tal vez allí donde se sitúa lo más indispensable del interés por el sujeto: ¿cómo hacer que estas “piedras” no caigan en el pozo? ¿Cómo pasar de una “clínica de la enfermedad” a un trabajo bajo transferencia, fundado en una práctica psicoanalítica? En la relación con estos sujetos, la palabra debe ser siempre sostenida allí donde desfallece, para que las palabras se articulen entre ellas. Debe serlo también allí donde pueda manifestarse la reticencia más fuerte. Podríamos utilizar, para esta cura adaptada, una modalidad inventada por Lacan para sostener, hacer posible una transferencia con Aimée. Él mismo optó por conversaciones “sin orden ni concierto” (Lacan J., De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad. México, Siglo XXI, 2005, p. 193.), que permitían que ella se expresase allí donde se callaba obstinadamente, en cuanto puntos conflictivos eran abordados más directamente. Se establecen conversaciones dirigidas hacia los márgenes, pero cuya dirección asegura el analista.”
Brodsky, G. “La clínica y lo real”, Texto de Orientación IX Congreso de la AMP, 14-18 abril 2014, París, Palais des Congrès, www.wapol.org.
“Lo real como imposible se refiere a un real que surge a partir de un impasse de la formalización, que no cesa de no escribirse, y que al mismo tiempo que emerge como paradoja, como producto y escoria de lo simbólico -del cual depende-, no cesa de escapar a la máquina significante.
Lo imposible de soportar es otra cosa. Lo real como imposible de soportar se separa de la escritura lógica y matemática. «Soportar» hace surgir, en medio de la formalización imposible, la dimensión de la carga, del peso, incluso del sufrimiento. En síntesis, para soportar hace falta un cuerpo.
¿Para quién, entonces, lo real es lo imposible de soportar? Por empezar, para el que nos llama, para aquél al que nombramos, impropiamente, paciente, puesto que para él lo imposible de soportar se presenta como urgencia, como desborde del cuerpo o del pensamiento.”
Caparroz, A., “Derecho a la singularidad”, Mediodicho N° 48, El inconsciente en la vida normal, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2022.
“El trauma es ineliminable en la constitución de la vida subjetiva. Hay episodios mínimos, pero que serán decisivos para el sujeto cuando se encuentra allí con algo inesperado, con un real que conmueve profundamente su vida; una palabra, un sonido, una mirada, algo que lo toca y, a partir de allí, irrumpe insoportable, incomprensible. (…)
El trauma escapa a toda programación y prevención, no hay tratamiento estándar de los efectos de un trauma, la reacción de cada sujeto a eso imprevisto, que no puede darle sentido, es singular.” p. 70
Gómez, M., “Psicoanálisis y femenismos. Nos toca hacer la diferencia” Otro sexo. Publicación digital de la EOL Sección Córdoba, 2020.
“Si tenemos en cuenta lo que indica Miller, refiriéndose a la novela de Angot, sobre que hoy el padre sería lo imposible de soportar (“JAM Session”, p. 19), podríamos decir, entonces, y tomando esta idea, que los movimientos feministas han construido versiones de ese padre imposible de soportar. Hoy ese padre, para dichos movimientos, es el padre del “patriarcado.” p. 40
Goldenberg, M., Comentario del testimonio de Carlos Rossi, Mediodicho N° 47, Cada uno solo, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2021.
“No hay Otro absoluto en un testimonio o en la posición del analista, a diferencia de los místicos que están dedicados a ese Otro absoluto” p. 130
Gorostiza, L., “La euforia perpetua, (un rostro de las subjetividades sin causa)”, Mediodicho N° 44, Eufóricos y abatidos, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2018.
“Desde esta perspectiva, el pase constituye el lugar privilegiado donde explorar cómo la felicidad pulsional pudo haberse finalmente transformado en “alegría lacaniana”, y plantear así una objeción radical al imperativo hedonista contemporáneo. Imperativo que, como la manía, se funda en un rechazo del inconsciente y se encuentra animado por la pulsión de muerte que lo habita.” p. 29
Laia, S., “El síntoma como problema y como solución”, Mediodicho N° 34, Los psicoanalistas y su incidencia política, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2008.
“Para confrontarse de otra manera con lo que no se cambia, Lacan inventó esa solución llamada “identificación al síntoma”: ni señor, ni esclavo, se trata mucho más de tomar al síntoma como un partenaire del sujeto en su lucha con lo real imposible de soportar.” p. 69
Laión, A., “El estrago materno en el hijo: lo indecible”, Mediodicho N° 43, Hombres histéricos, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2017.
“Un análisis puede permitir al ser hablante tratar su rechazo de lo femenino y posibilitar que haya una virilidad orientada por el sinthome, una invención frente a lo indecible del goce femenino, o sea un modo de tratar el estrago.” p. 90
Leguil, F., “Reflexiones sobre la urgencia”. La urgencia. Charla en el V Encuentro Internacional del Campo Freudiano realizado en Buenos Aires. Ed. Vergara, 1988.
«Decía Lacan en una noche en el Hospital Ste. Anne: ‘La urgencia es lo imposible de soportar para un sujeto al que ya nada divierte’.»
Lijtinstens, C., “Cómo proteger a los niños de las buenas intenciones”, Mediodicho Nª 46, Es por tu bien, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2020.
“En nuestra práctica, los niños toman la palabra –en un decir que dignifica– para transmitir los artificios que encuentran para hacer escuchar ese arreglo original. Revelan lo que les retorna del orden de lo imposible de soportar ante ese avasallamiento moral que el adulto consuma en muchos casos, pudiendo volverse objeto, si no son escuchados en sus tribulaciones, de este manejo obsceno de su cuerpo, de su intimidad, de su subjetividad.” p. 44
Mankoff, S., “El nuevo inconsciente y la psicosis ordinaria”, Mediodicho N° 48, El inconsciente en la vida normal, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2022.
“El nuevo estatuto del inconsciente, entonces, como una respuesta al agujero de lo real, nos permite decir que todos somos mártires del inconsciente y hay diferencias respecto a la manera de testimoniar de ello.” p. 99
Martínez de Bocca, C., “El pase en la era del parlêtre”, Mediodicho Nª 42, ¿De qué tenemos miedo?, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2016.
“El acto analítico apuntará a cortar esa coalescencia entre el Uno y el Otro, esa voluntad de hacer Uno con el Otro que se manifiesta en la tristeza, el aburrimiento, la errancia, la fascinación por el agujero, como modos de no consentimiento a la alteridad del Otro. Esto también vale para la Escuela que se orienta por el S (A/).” p. 127
Millas, D. (2018) “La bipolaridad y su uso masivo. Responde Daniel Millas” Mediodicho N° 44, Eufóricos y abatidos, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2018.
“Efectivamente, al igual que la depresión, el estrés, la ansiedad, etc., son nombres que han logrado pasar a la lengua común. Forman parte del malestar contemporáneo y se acompañan de cierta idea de normalidad. ¿Quién no está más o menos deprimido, acelerado, estresado o ansioso en esta época de exigencias, incertidumbres y cambios vertiginosos? Pero el correlato de esta apariencia de normalidad es también la introducción del psicofármaco en la vida cotidiana. La concepción del síntoma como un trastorno adaptativo que se trata con un medicamento está incorporada desde hace años a la práctica psiquiátrica, pero cada vez más el recurso a los psicofármacos busca imponerse como un medio válido para soportar la vida misma.” p. 87
Monribot, P., “Adiós tristeza, los afectos al final del análisis”, Mediodicho N° 36, Afectos: un toque de real, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2010.
“Hagamos un paralelismo: la angustia señala lo real del sujeto, en tanto que lo real del ser hablante es señalado por el entusiasmo. Allí donde era la angustia del sujeto, aparece el entusiasmo del parlêtre. Es un tratamiento del punto de angustia. El dispositivo del pase debe, entonces, distinguir esta alegría de otras formas de satisfacción (…) Lacan va a hacer del entusiasmo un índice del pasaje a analista.” p. 46
Naspartek, F., “El inconsciente patriarcal y el inconsciente lacaniano”, Otro sexo. Publicación digital de la EOL Sección Córdoba, 2020.
“Hay algo que pica del cuerpo, que no va a ser alcanzado ni con las manos, ni con el significante. Se ve entonces, que cada cual podrá encontrar una salida singular y vivificante, a condición de un no-todo en el horizonte.” p. 13
Ordóñez, P., “Un agujero en la bóveda”, Mediodicho N° 39, Eso traumático, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2013.
“Decir que lo femenino en tanto no- todo veta el todo, es decir que lo objeta, lo cuestiona, y más aún, lo agujerea, le hace un trou. Desde esta perspectiva lo femenino es troumatique. ¿Acaso no hallamos aquí la razón fundamental que sostiene el rechazo a lo femenino? Ese rechazo es en última instancia, ni más ni menos, que una razonable defensa contra lo real. Es interesante porque no es lo femenino, ni la mujer lo vetado, como en general nos gusta pensarlo, sino bien por el contrario, es ella en tanto eso no identificable, en tanto lo imposible de decirse, en tanto trou, la que traumatiza, la que veta, “para lo mejor y para lo peor” (Lacan, El sinthome, p. 237), lo universal.” p. 49
Vittar, H., “Terminaciones de análisis, posición del analista” Mediodicho N° 44, Eufóricos y abatidos, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2018.
“El hacer y el hablar. Estos registros se mantienen juntos por el lugar del psicoanalista en tanto que, en ese lugar, actuar a título de vacío medio actuante es llegar a sostenerse en ese punto donde alguien puede finalmente circular en lo que para él retornó.” p. 77
Yurevich, R., “Nota sobre el desapego”, Mediodicho N° 36, Afectos: un toque de real, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2010.
“¿cuál sería entonces el afecto que debería prevalecer en un psicoanalista?; un psicoanalista, ¿se sostiene de afectos?, ¿está aún vinculado a su propio pathos o bien algún afecto es el conveniente para un analista? Las preguntas esconden un envés: ¿qué es un psicoanalista? ¿Quedan restos sintomáticos? ¿Serían ellos los productores de algún afecto?” p. 49
Zelaya, A., “Un decir singular…”, Mediodicho N° 48, El inconsciente en la vida normal, Revista anual de Psicoanálisis, Publicación de la EOL Sección Córdoba, 2022.
“El analizante asume un riesgo: saberse atravesado por sus propias miserias, satisfacciones, y derivarlas a una dimensión superadora. Entonces, un decir en la Escuela es una experiencia que se atraviesa como tratamos de hacerlo en la experiencia analítica. Eso es analizarse, estar frente a las propias fisuras de una historia, soportarlas, atravesarlas y, fundamentalmente, in-corporarlas, para saber leerlas de otro modo.” p. 155-156